SALUDOS GENTECILLA DE INTERNET.
Hay que ver lo que me gustan las agujas… Me gustan casi tanto como el sarcasmo.
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Nuestra historia de amor supongo que comenzó cuando venían a ponernos las vacunas al cole. Mi pasión por ellas era tal, que el momento que dura el pinchazo me sabía a poco. Así que me negaba a dejarme vacunar, lloraba, pataleaba, salía corriendo si hacía falta.
Al final, siempre tenían que llevarme mis padres después al centro de salud. Allí, entre ellos y dos o tres médicos, conseguían que se llevara a cabo la misión.
Pudiendo pasar por el mal trago en apenas unos segundos, conseguía que se alargara horas y horas. Si eso no es amor…
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Ahora ya en serio, no soporto las agujas. No le temo al dolor, ni a los médicos, ni al hospital. Es la sensación de la aguja entrando en mi cuerpo la que me produce un miedo irracional.
Cada vez que me pinchan, automáticamente me mareo. En cuanto me quiero dar cuenta, me encuentro tumbada en una camilla o en el suelo, con alguien sujetándome las piernas en alto. Siempre monto un espectáculo.
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Esta mañana me ha tocado hacerme una analítica, para la que llevo preparándome mentalmente desde el lunes pasado (sí, para mí es todo un acontecimiento cada vez que me tengo que pinchar). Desde un principio les he pedido que me la hicieran tumbada, más vale prevenir…
He pasado un mal ratillo, entre que me pasaban a una sala con camilla, venían a atenderme, me desinfectaban, me pinchaban… ¡Ay…! Pero bueno, he sobrevivido. Estoy aquí, viva, escribiendo esto, jaja.
Seguro que la sugestión juega un gran papel en mis encuentros con las agujas, ojalá algún día sea capaz de dominar la situación para no tener pasar estos malos ratos.
Yo también les tengo pánico a las agujas, aunque no monto esos cirios jajaja Pero bueno, cada vez que me tienen que pinchar lo paso fatal internamente y tengo que mentalizarme igual que tú.
Un abrazo.
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Jaja, los monto involuntariamente. Las pataletas las dejé en el pasado, ahora sólo me mareo. ¡Otro abrazo!
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Seguramente cuando logres controlar el aspecto mental todo va mejor. Como para hacerte donante!! Besitos
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Pero si (generalmente) no se nota! por cierto que a mi me toca analítica en unos días, espero no dar un espectáculo 😉
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Ay dios…me aterrorizan las agujas y eso que soy donante de sangre. Tengo las venas muy delgaditas y casi nunca me las encuentran por eso me han de pinchar más de una vez….es una cosa orible la sensación cuando la aguja atraviesa mi piel, siempre lo hago medio tumbada y después me como un chocolate aunque lo odio….besitos.
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Te entiendo perfectamente! Yo procuro no mirar cuando me pinchan…y ya sabes, «ojos que no ven,….tortazo que te metes». Abrzs
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Valiente!!!Yo soy también mareosa, de montar espectáculos y cuando abro los ojos hay un montón de personas a mi alrededor. El miércoles pasado fue la última vez,jajaja
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